Antivaxers en el Titanic
La vida misma
Antivaxers en el Titanic
Por: Alexis Sebastián Méndez
(Escena: Madrugada del 15 de abril de 1912. En una de las cubiertas del trasatlántico “Titanic”, donde un tripulante se dirige a un grupo compuesto por varios antivaxers)
.
Tripulante: “El barco se está hundiendo. Debemos montarnos en los botes salvavidas”.
Pasajero 1 (baby boomer): “El barco no se está hundiendo.”
Pasajera 2 (baby boomer): “Está encima del agua.”
Tripulante: “Chocamos con un iceberg.”
Pasajero 3 (millenial): “¿Se encuentra bien el iceberg?… (pausa) ¿Qué es un iceberg?”
Pasajera 4 (millenial): “Es un tipo de lechuga. Lo vi en el menú.”
Pasajera 2: “No. Un iceberg es una roca fría”.
Pasajero 1: “Como mi esposa”.
Pasajera 4: “Qué chiste tan sexista, debiera respetar a su esposa”.
(discuten)
Tripulante: “No peleen. Estamos perdiendo tiempo. Ya se llevaron dos botes salvavidas a media capacidad. Los que actuaron rápido se salvan, y le quitan oportunidad a los que reaccionan tarde.”
Pasajero 3: “Nosotros no reaccionamos tarde (pausa) Ah, ahora entendí el chiste del iceberg”.
(ríe mientras su pareja le reprocha)
Pasajero 5: “Amigo tripulante, con todo el respeto, ¿de dónde pudo salir el iceberg?”.
Pasajero 1: “Los chinos. Ellos hacen distintos tipos de hielos en laboratorio”.
Tripulante: “Eso no importa ahora. Después bregamos con las culpas. Ahora mismo debemos actuar rápido”.
Pasajera 2: (con sospecha) “¿Cuál es la prisa de que nos montemos en el bote salvavidas?”
Pasajero 3: “Ella tiene razón. Es muy extraño que chocamos con un “cyborg” hace menos de una hora, y ya de pronto tienen botes salvavidas.”
Pasajera 4: “Ajá. Apuesto a que los botes son de la misma compañía del Titanic”.
Pasajero 5: “¡Y quién sabe si de los mismos que hicieron el iceberg!”.
(bulla conmocionada entre ellos)
Tripulantes: “¡Olviden todo eso! ¡Estamos en una crisis donde podemos morir!”
Pasajero 1: “El barco no se está hundiendo. ¿Cómo puede explicar que la banda siga tocando?”
Tripulante: “Les pedimos que tocaran para mantener la calma”
Pasajera 2: “¿Para calmarnos? ¿Y por qué no hacen más que tocar bachata?”
Tripulante: “Les pedimos que cambiaran a banda de bachata, para que cuando terminaran en el fondo del océano, a nadie le pareciera trágico”.
(Pasajeros se miran afirmando, pero no se dejan convencer)
Pasajero 3: “¿Y porque no podemos quedarnos en el barco?”
Tripulante: “¡Porque se van a ahogar!”
Pasajera 4: “¿Alguien aquí conoce a un pasajero que se haya ahogado?”
(los pasajeros comentan que no, no conocen a nadie)
Pasajero 5: “Cierto. Y hay gente que muere de cáncer. ¿De pronto lo que importa es los que vayan a morir ahogados?”
(más bulla)
Leonardo Di Caprio: “Disculpen, estoy buscando a Kate Winslet”.
Pasajera 4: “¡Oh, my God! ¡Es Leonardo Di Caprio!”
Pasajera 2: (al marido) “¿Quién es Leonardo Di Caprio?”
Pasajero 1: “El que pintó la Mona Lisa”
Leonardo Di Caprio: “El barco se está hundiendo. Debo encontrarla. Chao.” (sale)
Pasajero 5: “Bueno, parece que el barco se está hundiendo.”
Tripulante: “¡Es lo que les he estado diciendo! ¡He dedicado mi vida a la navegación! ¿Por qué le creen a él?’
Pasajero 3: “Usted será navegante, pero él es un artista reconocido”.
(Asienten entre ellos)
Tripulante: “Lo que sea, con tal que se monten en los botes”.
Pasajero 1: “Que aceptemos que se hunde no significa que nos metamos en los botes. ¿Han probado esos botes antes?”
Tripulante: “¿Probado? Muy poco… hay dos que ya salieron y…”
Pasajero 1: “¡Botes experimentales! ¡Lo sabía!”
Pasajero 3: “Están locos, capaz de que el bote salvavidas se hunda.”
Pasajero 5: “Creo que me voy a meter en el bote, por si acaso.”
Tripulante: Lo lamento, mujeres y niños primeros.”
Pasajera 4: “¡Machista! ¡Abajo el patriarcado!”
Pasajera 2: “Yo lo encuentro de lo más gentil.”
Tripulante: (notando que Pasajera 2 titubea) “Tenemos en el bote salvavidas la revista “Hola!” de este mes, y una colección de “Selecciones”…”
Pasajera 2: “Voy a pasear un ratito en el bote, nos vemos cariño.”
(se monta)
Pasajera 4: “¡No puedo creer ese sexismo! ¡Y que las mujeres primero!”
Tripulante: “No todas las mujeres. La prioridad es para primera y segunda clase. Las yales de tercera clase no cuentan.”
Pasajera 4: “Bueno… por lo menos…”
Pasajero 5: “Si ninguno de ellos quiere montarse, ¿puedo entonces?”
Pasajera 4: “¡Eres dueño de tu cuerpo! ¡Es tu libertad!”
Pasajero 5: “Por eso mismo” (se monta)
(un ruido fuerte, el barco comienza a inclinarse, mucha gente grita de terror, pero es porque la banda ha comenzado un medley de Romeo Santos)
Pasajero 3: “Amigo tripulante, muchas gracias: Pero la salvación es individual. Basta con que cada cual se cuide, no hay que hacer esto en grupo”.
Pasajero 1: “Eso es cosa de socialistas”.
Tripulante: (se monta en el bote salvavidas, y comienza a bajar) Tienen razón, eso debí pensar hace rato. Despreocuparme de los demás, y salvar mi pellejo. La historia de la humanidad sería diferente.
Pasajera 4: ¿Eso es todo lo que tiene que decir?
Tripulante: (cada vez más lejos) No. Los dejo con una cita de Bad Bunny: “La verdad duele, pero la mentira mata”….
Alexis Sebastián Méndez ©

¡Buenísimo!
Me gustaMe gusta
Jajajaja. Es gracioso porque es verdad. Deberían hacer una animación de toda esa situación, para los anti-vaxxer que no les gusta leer.
Me gustaMe gusta
¡Qué buen escrito!!
Me gustaMe gusta