Space Jam: A New Legacy

CINE / crítica

ALEXIS Sebastián Méndez

Space Jam: A New Legacy

Protagonistas: LeBron James, Don Cheadle

Director: Malcolm D. Lee

Año: 2021

De qué trata: Otra estrella de baloncesto debe solicitar la ayuda de los “Looney Tunes” para ganar un juego crucial. En esta aventura, LeBron James debe rescatar a su hijo, quien ha sido seducido por un algoritmo de computadora.

Opinión: No está “Pepe Le Pew”.

Puede parecer un ataque rabioso y malintencionado, que nada tiene que ver con la calidad del filme. Abundaremos sobre ello muy pronto.

Un poco de introducción obligatoria: Michael Jordan era la estrella de baloncesto más grande de los 90. En “Space Jam” de 1996, compartió con los “Looney Tunes” en un juego determinante para liberarlo como atracción en un parque de diversiones. Absurdo, sí: y mucho. Pero fue efectivo también.

Tampoco era una gran película. Aunque era muy simpática, tenía elementos que entorpecían. Todos adoramos a Bill Murray, pero su inclusión en el juego final está traída por los pelos, además de que no causa risa. Este tipo de decisión luce más como trucos de mercadeo que como aportaciones a la trama (a eso vuelvo en breve). Pero al final, el saldo fue positivo.

La nueva cinta (“Space Jam: A New Legacy”) no mantiene el balance apropiado, y el resultado cae en números rojos. LeBron James hace un trabajo efectivo (mejor de lo que esperaba), aunque carece del carisma de Michael Jordan. El sacrificio en el argumento, para satisfacer al poderoso mercado de “los sensitivos”, es muy obvio. Lo peor es esto: Mientras que la “Space Jam” original reconocía su identidad como entretenimiento liviano, y se limitaba a menos de 90 minutos de duración, la nueva cinta pretende ser una aventura dramática de ciencia ficción, raspando unas agotadoras dos horas sin regreso.  

La comparación contra el filme original no es injusta. Siempre suelo indicar que los filmes deben ser juzgados por sus propios méritos, pero hay casos que exigen comparación: Recuerde que el nuevo filme busca aprovechar la nostalgia y la relación con la cinta de Michael Jordan. Por tanto, esto establece las expectativas del público, y es determinante en el disfrute de la cinta.

Aquí entramos al tema de Pepe Le Pew. La presencia del zorrillo no iba a aportar mucho en términos de argumento (si hay algo que le sobra a la película, son personajes), pero volviendo al asunto de expectativas: Esto es una cinta que depende de la nostalgia de los “Looney Tunes”. Por tanto, la presencia de los personajes es central.

Pepe Le Pew no era un gran personaje (lo considero muy repetitivo y limitado), pero siempre ha sido memorable su afán de conquistador, sin percatarse de los efectos de su peste. Pero era protagonista de sus propios cortos. Sin duda, tiene mucha más importancia que el enorme monstruo peludo, que tiene una presencia continua en el filme, a pesar de aparecer en un solo corto de Bugs Bunny.

Algunos le han seguido el cuento a los publicistas que intentan convencernos de que el personaje no ha sido “cancelado” (no quieren perder a “los sensitivos”, pero tampoco a los que detestan la “cultura de cancelación”). Pero es justo lo que ha ocurrido: Es como si Pepe Le Pew no existiera. En alguna versión del filme –como se ha dicho– el personaje estaba presente (lo podemos concluir porque en el mundo de “Looney Tunes”, podemos ver la escenografía de París, donde habitaba Pepe), pero después fue eliminado de una manera visceral: Su nombre no se menciona, ni siquiera sus colegas preguntan por él. No es lo mismo minimizar su presencia, o hacer ajustes al personaje, que “cancelarlo”. Es como arrancar estatuas para borrar la historia.

Esto hace más obvias otras decisiones en esa línea. Cuando se escogen grandes jugadores para el partido final, seleccionan algunas jugadoras de la liga femenina. No estoy juzgando sus capacidades (no dudo que muchas sean superiores a los hombres), pero esto luce como los creadores intentando no ser sexistas. Estas decisiones no son para beneficio de la historia (lo esperado hubiera sido escoger contrincantes fuertes que han enfrentado a LeBron en la cancha), sino para contentar a justicieros sociales.

Pero, si no conociera nada de “Looney Tunes”, ni hubiera visto la primera “Space Jam”, ¿qué opinaría de la película? Seguramente les diría que apenas me reí (la única risa que identifico, fue cuando Daffy anuncia haber encontrado un refuerzo, pero debo dejar el chiste ahí). Creo que Don Cheadle es un excelentísimo actor, pero está fuera de lugar en esta cinta (los villanos en las comedias requieren buenos comediantes). Aunque la cinta tiene toques muy imaginativos, es un bombardeo constante de cortes rápidos, colores brillantes y ruido, como una discoteca de escándalo. El argumento carece de lógica (comenzando por lo obvio: Si el villano es tramposo, no importa si gana o pierde el juego; lo lógico es que no cumpliría con su parte del acuerdo). En resumen, es una enredadera de ideas empatadas a la fuerza.

En fin, “Space Jam: A New Legacy” nos presenta la problemática del cine cómico contemporáneo: Mucha atención en no ofender, y muy poca en hacer reír. Es una ironía querer hacer comedia mientras se tiene miedo; es algo así como ser un casanova apestoso.

Alexis Sebastián Méndez ©

4 de agosto de 2021

En un momento, los «Looney Tunes» se convierten en «carne y hueso»…. lo cual es innecesario, pues son datos de memoria en una computadora…. Pero, ya para entonces uno se ha rendido en el esfuerzo de brindarle aunque sea un poco de lógica a la premisa y el argumento….

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