Slanted

Libro: #25/48 (2021)

Título: Slanted

Autor: Sharyl Attkisson

Publicación: 2020

En resumen: Una reconocida y premiada reportera de CBS News, descarga contra la pérdida de objetividad en las noticias, y cómo muchos de los grandes medios noticiosos han abandonado su función de reportar hechos, para convertirse en portavoces de las causas liberales.

¿Por qué leí este libro?: La situación de la prensa me preocupa. Este poderoso medio se ha inclinado demasiado a propagar narrativas específicas, en lugar de presentar todos los hechos. Cuando millones siguieron el mantra de “fake news”, la prensa culpó a Donald Trump, pero como bien explica la autora, esta falta de credibilidad ha sido responsabilidad de los mismos periodistas, que se han convertido sus reportajes más en editoriales que noticias.

El contenido: Sharyl Attkinson nos narra la serie de eventos que ha vivido dentro de su profesión como periodista, lo cual la llevó a renunciar a un puesto prestigioso en una cadena nacional de noticias. Esto la convirtió en objeto de persecución por la prensa liberal que, hasta entonces, le había expresado respeto y admiración.

Después presenta muchos casos de manipulación de la prensa, principalmente relacionados a la actitud contra Donald Trump. Aunque reconoce el fenómeno de Fox News, hace la salvedad de que este noticiero, desde su inicio, se presentó como una alternativa conservadora. En cambios, gigantes como CNN y el New York Times se cantan como prensa no partidista, aunque su manejo de la información demuestra que no es así. Esto es lo que ella reprocha: Si reconocen que tienen una agenda liberal, la gente les vería como medios de opinión (que es lo que se han convertido) y no como fuentes neutrales de información.

Un ejemplo sencillo. Durante la campaña eleccionaria de 2016, una reportera de un medio noticioso le dijo que estaban contando las mentiras de Trump. La autora lo encontró muy interesante, y preguntó cómo comparaba contra Hillary. La persona reaccionó sorprendida, y dijo que no estaban contando las de Clinton. La autora hace énfasis en la sorpresa de la reportera, es decir, como si fuera absurdo considerar que la candidata demócrata mintiera.

No todos los casos son relacionados a Trump (nota: no fue él quien inventó el término “fake news”; quien primero lo usó, fue Obama contra los reportes que no le favorecían). Un punto que aún es controvertible es el reto contra las vacunas. La autora no presume si funcionan o no; solo dice que los reporteros deben investigar. Pero que tan solo cuestionarlo va en contra de “narrativas” aceptadas. La queja contra las narrativas es el corazón del libro.

¿Es bueno el libro?: Encontré el libro muy interesante y ameno (con casi 300 páginas, lo terminé en dos o tres días). Quienes detesten a Trump podrían sentirse incómodo con lo que puede verse como defensas al expresidente, pero no se trata de eso: Es contra la falta de objetividad al momento de reportar.

Una lectura recomendada.

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