Un mundo que no piensa
Libro: #16/48 (2023)
Título: Brave New World
Autor: Aldous Huxley
Publicación: 1932
En resumen: En el futuro, las emociones, las relaciones familiares, el pensamiento libre, la religión, la monogamia, y la soledad son consideradas como distracciones que impiden la felicidad y la despreocupación. El estado se ocupa en la producción de humanos, asegurando que son divididos por categoría, conforme la necesidad social.
Un “salvaje” (nombre con que se describe a un hombre que creció en una reserva de “indios”), ajeno a este nuevo mundo, trata de integrarse a esta nueva civilización, causando desde discusiones filosóficas hasta dramáticos enfrentamientos.
¿Por qué leí este libro?: En mi selección anual, incluyo libros considerados como “clásicos”. “Brave New World” aparece en varios listados como uno de los cien libros más importantes del pasado siglo.
El contenido: El libro consume gran parte de su duración en describir la distopia (sociedad imaginada) que describimos en el resumen. Incluye otros aspectos interesantes como:
- Cualquier emoción fuerte o desagradable, se resuelve tomando una droga llamada “Soma”.
- Nadie puede estar solo. Como “nadie pertenece a nadie”, pues todos pertenecen a todos, y el sexo es visto como una actividad agradable que puedes disfrutar con cualquiera.
- Los libros han sido erradicados, pues se considera que eso es alimentar la mente con “pensamientos ya obsoletos”.
- Los niños suelen ser expuestos a los moribundos y los hospicios, para que consideren la muerte como algo normal.
- No hay tal cosa como la vejez.
- Cada persona nace con su destino asignado (por ejemplo, ser obrero, ser científico, etc.), eliminado debates personales sobre qué hacer con tu vida.
- Durante los primeros años de vida, se inyectan varios conceptos mediante mensajes subliminales, asegurando el pensamiento uniforme en la sociedad.
¿Es bueno el libro?: Entiendo que este libro ha merecido su reconocimiento por su visión del futuro que, si bien no ha llegado a los extremos descritos, el patrón humano parece buscar esa dirección. Muchos no consideran que el autor era experto en sátira social, y que mucho de lo expuesto tiene fines de humor (el más obvio es que Dios ha sido sustituido por “Ford”, uno de los héroes de la revolución industrial y la producción en masa).
En cambio, el libro no me gustó mucho, porque el argumento parece haber sido inventado por el autor según iba escribiendo. Por ejemplo, en un comienzo, tenemos a “Lenina”, quien parece interesada en seguir saliendo con el mismo hombre. Parece que será la protagonista, pues quiere romper los patrones forzados. Pero no: Parece que será “Bernard”, quien detesta esta sociedad que no le permite sentir celos por “Lenina”. A mitad de libro, el enfoque cambia a “John El Salvaje”.
El peor defecto es que ninguno de estos personajes resulta agradable.
Pero el libro no deja de impresionar por sus proyecciones. En particular, podemos comparar el consumo de “Soma” con la proliferación de antidepresivos y otros medicamentos que buscan aliviar las emociones que no nos agradan sin forzarnos a aprender a vivir con ellas (nota: no me refiero a personas con verdaderas condiciones mentales, ahórrese la aclaración).
En cuanto al género de distopia del futuro, parece que estas novelas (“1984”, “Fahrenheit 451”) coinciden en la eliminación de los libros, y el rechazo al dolor de pensar, y la seducción del entretenimiento ligero y fácil. Aquí todos parecen haber sido profetas.
Alexis Sebastián Méndez ©


