Interpretando los chistes

Libro: #9/48 (2024)

Título: Cracking Jokes

Autor: Alan Dundes

Publicación: 1987

En resumen: Un análisis sobre ciclos de humor cruel y de estereotipos.

¿Por qué leí este libro?: Estoy leyendo mucha literatura sobre los chistes.

El contenido: Este libro consiste de varios ensayos por Alan Dundes, un reconocido experto en el estudio del folklor. Algunos de sus capítulos: Chistes de bebes muertos, de inválidos, de campos de concentración, de polacos, de cambiar la bombilla, étnicos y otros.

¿Es bueno el libro?: Leyendo el libro, descubrí que es el causante de uno de los mayores disparates que haya escuchado.

En algún libro leí sobre alguien que hizo un chiste de elefante en una oficina, y una compañera de piel oscura le dejó saber que esos chistes eran racismo. Puesto que el autor del libro que estoy reseñando lo presenta aquí como una teoría (más bien, como un hecho, debo concluir que es el inventor de este disparate (esto lo publicó originalmente en una revista de psicología, en 1969).

Ejemplo de los chistes de elefantes:

P: ¿Por qué un elefante se pinta las uñas?

R: Por camuflaje cuando se esconden en los árboles de cereza.

P: Pero ¿quién ha visto un elefante en un árbol de cerezas?

R: Ah, ¿ves que funciona?

Este tipo de chiste fue popular durante mi niñez (período que coincide con el descrito por el autor), y su gracia estribaba en el absurdo de los distintos escenarios con los elefantes.

¿Por qué dice el autor que los chistes de elefantes son racistas?

Tiene tres argumentos principales:

1. Fueron populares cuando los negros luchaban por igualdad de derechos civiles.
2. Los elefantes vienen de áfrica (podríamos corregirle diciendo que también abundan en Asia).
3. La trompa de los elefantes son símbolos de fálicos enormes, y el estereotipo del hombre negro es de, como decirlo, digno de meme de Whatsapp.

Lo curioso es que el autor es quien peca de estereotipos racistas para llegar a estas conclusiones, para los cuales carece de evidencia (ejemplo: ¿eran estos chistes más comunes entre blancos? ¿en regiones consideradas racistas?).

El libro sigue esta línea. Puesto que el autor menciona varias veces a Freud, pienso que está jugando a inventar interpretaciones sin evidencia. Una conclusión que suene interesante y curiosa, no es lo mismo que una conclusión real y, más que nada, responsable.

Alexis Sebastián Méndez ©