El fin (esperemos) de «Ghostbusters»
ALEXIS Sebastián Méndez
Ghostbusters: Frozen Empire
Protagonistas: Paul Rudd, Carrie Coon, Dan Aykroyd
Director: Gil Kenan
Año: 2024
De qué trata: La cinta continua con los personajes que fueron introducidos en “Ghostbusters: Afterlife”. La familia “Spengler” se ha mudado de Oklahoma a Manhattan, donde ahora administran las oficinas originales de los “cazafantasmas”. Una nueva fuerza sobrenatural amenaza a la humanidad cuando un antiguo dios es liberado y arma un ejército de muertos.

Opinión: Soy ochentoso puro, pero soy cuidadoso con los fanatismos generacionales. Una de las pasiones ciegas que no comparto, es la culequera por “Ghostbusters”. Siempre la he considerado “overrated”. Con este término, no digo que es mala, sino al contrario. La palabra implica que es buena (y lo es: imaginativa, entretenida, original y simpática), pero no “tan buena” como se le trata (en su momento fue la comedia más taquillera de todos los tiempos cuando, vamos, hay muchas sonrisas, pero pocas carcajadas).
Comparto esta aclaración porque tan pronto uno no disfruta algo, dicen que es “porque no eres fan”. Pienso que el argumento funciona, pero en el otro sentido: Hay muchas personas que se niegan a encontrar fallos en secuelas o series, solo porque son fanáticos incondicionales. Por eso se han mamado tanta película mediocre de “Star Wars”. Así que, en todo caso, no ser fan es una ventaja en credibilidad.
Disfruté la cinta previa, la cual ignora las aberraciones de la versión femenina (ya olvidada, por suerte). La acción en “Ghostbusters: Afterlife” giraba alrededor de unos adolescentes que descubren estar relacionados a uno de los “cazafantasmas” originales (el personaje de Harold Ramis quien, por cierto, fue junto a Aycroyd, el escritor de la cinta de los 80). La película añadió un bienvenido toque de drama que caía bien con la nostalgia.
La nueva cinta, “Ghostbusters: Frozen Empire” intenta acercarse a las cintas originales, trayendo de vuelta la acción a Nueva York, adentrándonos a la estación de bomberos convertida en base central, y trayendo de vuelta a varios de los personajes, algunos son bienvenidos (Annie Potts, como la secretaria), y otros halados por los pelos (William Atherton vuelve a oponerse a la labor de los “cazafantasmas”, ¿acaso no aprendió en el primer filme?). El uso de la banda sonora es mucho más notable.
Todo lo anterior, es puro manipuleo de nostalgia. Irónicamente, a pesar de todos esos esfuerzos, la película se siente muy lejana a la serie.
Los problemas son fáciles de identificar. Aquí algunos:
- Los nuevos cazadores no tienes gracia ni son interesantes. Paul Rudd es la excepción (Rudd siempre me recuerda a Tom Hanks, en esa aura de –no importa lo que haga– siempre caer bien). Pero Rudd no puede cargar todo el peso.
- La premisa es interesante para película de fantasía, pero el filme consume demasiado tiempo en exposición. Hay más explicación que acción.
- El filme es otro ejemplo de cómo la tendencia “woke” arruina las películas. Aclaro: No hay nada malo con inclusión, siempre que no afecte la historia. Esta película quiere darle espacio a varios grupos: blancos, negros, asiáticos, hindús, no binarios (al menos, eso parece el personaje “Phoebe”, hasta tener momentos de tensión lésbica con una fantasma), “boomers”, y más. Esto diluye demasiado la acción, y desenfoca la narración.
- En cuanto el punto anterior: El filme parecería no querer que nadie sea más capaz que otro, así que todos tienen su momento para cazar fantasmas. Esto es lo mismo que ha arruinado las cintas nuevas de “Star Wars”, en que (antes) el dominio de la Fuerza era algo para un puñado de escogidos, y ahora cualquiera parece usarla sin dificultad. Aquí lo mismo: No hay nada especial en ser “cazafantasmas”, parecería que basta ponerse un uniforme.

Lo más crítico: Las “Ghostbusters” de los ochenta eran comedias con toques de fantasía, pero “Ghostbusters: Frozen Empire” es una fantasía con toques de comedia. El humor parece casi incidental. Bill Murray está poco tiempo en pantalla, y es más gracioso que todo el nuevo elenco combinado durante el resto de la película. Aquí se nos refuerza que los nuevos actores son una mala selección.
Esta serie ya debe descansar. Ya está como uno de los fantasmas de sus películas: Su vida útil ya pasó, y se niega a abandonar este mundo. Cacemos ese fantasma y metámosla en un depósito. Entonces llevemos “Ghostbusters” con afecto ochentoso en nuestra memoria. Eso es un final digno.
Alexis Sebastián Méndez ©
4 de agosto de 2024
