Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano
Libro: #46/48 (2024)
Título: Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano
Autores: Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner, Álvaro Vargas Llosa
Publicación: 1996
¿Por qué leí este libro?: Este año leí “Las venas abiertas de América Latina” de Eduardo Galeano, el cual es considerado como uno de los libros más inspiradores para la izquierda en estos países. Siempre procuro conocer los dos lados de un argumento, así que añadí en mis lecturas este libro, que es una reconocida reacción de derecha contra estos movimientos.
El contenido: El libro está dividido en capítulos temáticos (las ideas del socialismo, el sentido de víctima, el odio antiestadounidense, los intelectuales extranjeros, el apoyo de sacerdotes a los revolucionarios, la admiración a Cuba, entre otros), y en cada uno se divide rebatiendo distintos argumentos o falacias repetidas dentro de ese tema.
Inclusive, el libro dedica un capítulo al mencionado libro de Galeano, más vuelve a arremeter en el capítulo final (“Los diez libros que conmovieron al idiota latinoamericano”), por lo cual esta lectura era justo lo que buscaba.
¿Es bueno el libro?: Hay algo muy irónico con la actitud de este libro. En su ataque contra “Las venas abiertas de América Latina”: acusa al libro de comenzar por la conclusión, y repetirse hasta el cansancio, que uno podría abandonar el libro después de las primeras páginas. Esto, en realidad, aplica al libro de estos autores, que declara su postura en el mismo título, al considerar “idiotas” a quienes no comparten su postura.
Siento más específicos. Una de las posturas del socialismo es convertir al Estado en dueño absoluto de los servicios (por lo que se oponen a la privatización), ya que los beneficios pertenecen a todos los ciudadanos, y no a unas organizaciones “capitalistas”. En cambio, lo que logran los “idiotas” es lo contrario: Permiten que el Estado se convierta en un monopolio sin competencia, lo cual degenera en servicios mediocres, ineficiencias y corrupción.
De la misma manera, también aciertan los autores al mencionar que el modelo ya ha demostrado su fracaso, pues ningún sistema que ignore la recompensa por méritos logra obtener lo mejor de lo ciudadano. No se trata de un sistema para repartir riquezas; se necesitan sistemas que estimulen la creación de riquezas. Si no, sería matar las gallinas de los huevos de oro, que es lo que ha pasado en muchos países al nacionalizar sus industrias.
Los autores fallan en convencer con sus mensajes, por un motivo sencillo: Están dirigiéndose a quienes ya piensan como ellos (llamar “idiotas” a los socialistas logra poco en atraerles a esta lectura). El libro de Galeano, aunque hace algunas intervenciones menores de carácter político (que critiqué en aquella reseña), pero se enfoca en presentar los datos históricos, y nos deja así llegar a las conclusiones. Aquí los autores te dicen cuál es la conclusión, y entonces te explican por qué es la correcta.
El otor problema es que está dirigido a un público culto. Disfruto la elegancia de los autores, pero me mantuvieron releyendo alguno de los largos párrafos, o recurriendo al diccionario. Vean esta oración (pag. 205):
“Se trata de bajar a la Iglesia del elitismo nefelibata hacia la telúrica realidad”.
Parece que soy un idiota (diferente, pero idiota), porque hay muchas oraciones, como ésa, que acabo dejando atrás, esperando que no se me perdiera el contexto.
En fin, el libro contribuye a un problema que considera compartido por la derecha y la izquierda: la insistencia en demonizar el otro lado, en reconocer sus defectos, y en ignorar sus méritos. Cuando capitalista y socialistas comprendan que el absolutismo es una arrogancia intransigente, y que las mejoras se encuentran en aprovechar lo mejor de cada sistema para asegurar un sistema justo, humano y que asegure la prosperidad y –muy importante, defienda la libertad de expresión y de ser feliz a su manera sin hacer daño a otros– entonces dejaremos de ser verdaderos idiotas.
Alexis Sebastián Méndez ©
18 de agosto de 2024
