Para los enamorados del cine

Libro: #48/48 (2024)

Título: Los viejos cines de Puerto Rico

Autor: José A. Hernández Mayoral

Publicación: 2020

En resumen: La historia de los llamados “cines de barrio” en Puerto Rico, desde el comienzo en carpas ambulantes, hasta su fin ante el fenómeno de salas de múltiples pantallas en centros comerciales.

¿Por qué leí este libro?: Entre las vivencias más significativas de mi vida, se encuentra cada domingo de mi niñez y adolescencia, cuando visitaba el cine Roosevelt y disfrutaba cualquiera que fuera la película en cartelera. La semana se dividía entre recrear en memoria la cinta anterior, y la expectativa por la siguiente. Aquí nació mi pasión por la imaginación y la narración.

Dedicar un libro a este fenómeno cultural de nuestro país, no solamente me pareció original, sino necesario.

El contenido: El libro nos lleva pacientemente por los inicios de las presentaciones de cine en la isla, cuando el fenómeno se limitaba en presenciar imágenes en movimiento. Muy pronto el cine se convierte en medio para contar historias, e inmediatamente surgen los conflictos con la iglesia y el gobierno.

Pero la acogida del cine fue fulminante. Las exhibiciones dejaron de ser pasajeras, para convertirse en punto fijo dentro de los pueblos de toda la isla. El libro nos lleva por las alteraciones que atravesaron los cines conforme las exigencias de comodidad, competencia y tecnología: la necesidad de acondicionador de aire, los riesgos de incendios, la llegada del sonido, las limitaciones del idioma, la competencia contra la televisión, y otros.

Mucha de la historia se centra en la pintoresca figura de Ramon Cobián, quien por varias décadas dominó el mercado de los cines en Puerto Rico.

¿Es bueno el libro?: Este libro es un proyecto admirable de amor a los cines de barrio: Contiene sobre 400 páginas de información y fotos a colores. La investigación es formidable, pues se buscaron planos de los cines que ya no existen, se comparan las estructuras originales contra su destino actual, y se comparten reportajes de prensa en Estados Unidos. La historia viene agradablemente salpicada con historias curiosas e interesantes, desde el trágico incendio en el cine Yagüez, las controversias por la conducta dentro del cine, los fenómenos por la visita de varios artistas, las luchas entre dueños de salas, las huelgas de empleados, y mucho más.

La escritura de Hernández Mayoral es un gran acierto pues, aunque elegante, siempre es accesible y cándido; más que nada, tiene una habilidad que le desconocía: Un gran humor para las ironías y el sarcasmo.

Esta observación puede considerarse como una virtud o un desacierto, depende como quiera verlo. En el empeño de ser completo y que no se le pase ningún cine, se menciona la apertura de cada cine y, de estar disponible, descripción del mismo. Lo cierto es que el autor no solo parece interesado en presentar una narración completa, sino que quería asegurarse que cada lector pudiera encontrar su cine de barrio de la niñez.

Una lectura que disfruté muchísimo, y uno de los mejores libros que he leído en mucho tiempo.

Alexis Sebastián Méndez ©

26 de agosto de 2024

Portada
Se menciona el Roosevelt. Con eso tengo.

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