¿Por qué los latinos apoyan a Trump?
Libro: #57/48 (2024)
Título: Desertores
Autor: Paola Ramos
Publicación: 2024

¿Por qué leí este libro?: Esto es un tema que intriga a muchos. Se puede entender la popularidad de Trump ante los blancos de línea separatista, pues sus mensajes suelen dirigirse a justificar sus prejuicios. Pero, ¿acaso no ha dado motivos para que los latinos lo repudien? ¿Cómo es posible que su popularidad es cada vez mayor en la comunidad latina?
Aunque tengo mis propias teorías al respecto, quise conocer de la investigación por esta reportera.
El contenido: Paola Ramos destaca tres aspectos que entiende que recogen el apoyo de los latinos a Trump, y divide el libro en tres partes, una por cada uno de estos elementos, que son”
Tribalismo
El latino en Estados Unidos quiere integrarse como parte de la comunidad estadounidense, y adopta algunos de sus prejuicios, buscando acercarse a una nueva identidad “gringa”, mientras que asegura alejarse de su imagen latina. Todos conocemos ejemplos; El amigo que se muda a Estados Unidos, y ahora, en la grabación para dejar mensajes en su unidad, pronuncia su propio nombre con acento. (Nota: El ejemplo es mío, y la autora no usa nunca “gringo”, estoy ofreciendo mi interpretación de lectura).
Una de las exposiciones más interesantes de Ramos es la tendencia del latino a abrazar su ascendencia española (blanca), mientras ignora las demás razas en su composición. Usa un ejemplo que reconozco como real (mis padres eran exiliados cubanos): Los cubanos hablan de otros cubanos de piel blanca como “cubanos”, pero cuando se trata de un cubano mulato o negro, entonces se trata de un “moreno”, como una clasificación aparte (es decir, en lugar de llamarlo también “cubano”, expresan implícitamente una diferencia, entre “cubano” y “moreno”).
Aquí entra la influencia católica en América Latina, y cómo el protestantismo ha ido creciendo en la comunidad latina en Estados Unidos. Algunos grupos cristianos entienden que Trump es el líder que apoya sus valores (aquí entra a considerarse las llamadas “guerras culturales” y los derechos de grupos LGTB+).
Trauma
Los latinos cargan los resentimientos contra los esfuerzos socialistas en los países del sur, muchos de los cuales fueron detenidos por caudillos como Pinochet. Así que los latinos ven, como parte funcional de una democracia, que se abuse de la democracia, siempre que sea para detener los avances del comunismo (razón por la cual la derecha usa siempre este monstruo para espantar).
Al final, la autora nos presenta dos interesantes casos de latinos que eran de extrema derecha y ahora reconsideran sus posturas (uno persiguiendo indocumentados, hasta descubrir que él mismo era uno sin saberlo; uno que fue supremacista blanco hasta que descubrió que los gringos siempre lo verían como latino).
¿Es bueno el libro?: Paola Ramos es excelente escritora, y el libro está muy bien llevado, incluyendo datos históricos, experiencias personales, y entrevistas muy diversas, incluyendo a latinos que participaron en el ataque al Capitolio, ministros, miembros de Proud Boys, y latinos comunes y corrientes (como una peluquera dominicana del Bronx).
En términos de contenido, la autora (que es lesbiana) dedica muchas páginas a hablar del LGTB+, a exponer que no debemos limitarnos a pensar en dos géneros, y a defender la educación de estos temas en las escuelas. Aunque considero interesantes sus argumentos, suena un poco a panfleteo en medio de un libro que es sobre otro asunto. Aunque en otras partes del libro parece hacer un esfuerzo de empatía por entender el punto opuesto, en este tema no ve justificado que algunos padres conservadores quieran que esos temas se hablen en el hogar y no en la escuela, independiente de quién tenga razón.
Algo parecido ocurre con el tema de remover estatuas de conquistadores españoles. Ramos lo interpreta como rechazo a aceptar sus raíces indígenas y africanas. Lo que ella no considera es que lo opuesto es rechazar tu parte española. En fin, que esto es algo que no tiene solución satisfactoria. Estoy de acuerdo en que muchas figuras en estatuas y monumentos no son merecedoras de la admiración recibida, pero no tengo que exigirle a los demás rechazarla, así como no estoy obligado a que me impresione. Esta tolerancia no entra en el radar supuestamente conciliador de Paola Ramos. Sus argumentos contra los colonizadores son fuertes; pero no lo son sus argumentos para estar, siglos después, creando situaciones conflictivas que no cambiarán la historia.
En cuanto mi teoría, no puede aparecer expresada, porque contrario al género, donde ella insiste en la fluidez entre los géneros tradicionales (por llamarlos así), no considera que lo mismo ocurre en la política. Sus posturas son de progresista liberal en todos sus aspectos, y está en su derecho, pero mucha gente se encuentra en punto intermedios, solo que, al votar, deben escoger un bando.
Me explico: Los latinos pueden oponerse a la actitud de Trump contra extranjeros y, digamos, alinearse con los demócratas en este tema. Pero hay muchos latinos que son más católicos que la Virgen del Guadalupe, y nunca votarían por un candidato que no lucha contra el aborto. Aquí la persona debe decidir a qué dar más peso, y algunos podrían escoger sus creencias religiosas (o, en específico, esta creencia). En fin, Paola erra cuando sugiere que todo latino trumpista es un supremacista blanco muy confundido.
Como sea: El libro no debe tener la intención de convencer al lector. Muchos de los puntos de vistas me fueron reveladores, y otros me sonaron a caprichos de la autora. Pero la intención principal la logro: Poner a pensar sobre este interesante fenómeno político.

Alexis Sebastián Méndez ©
3 de noviembre de 2024