50 poemas del milenio
Libro: #33/48 (2025)
Título: 50 poemas del milenio
Editado por: Ana María Moix
Publicación: 2001
Resumen: En el año 2000, la editorial Debolsillo hizo un llamado a través de una revista pidiendo a los lectores que escogieran sus poemas favoritos del milenio que en ese momento terminara. De aquí se seleccionaron los 50 poemas que componen esta colección.
¿Por qué leí este libro?: Me ha dado con disfrutar la poesía. Como escritor, no la domino, y quizás eso me alejaba, pero ahora esa misma falta de destreza poética se ha transformado en debida admiración por este género literario.
El contenido: Los 50 poemas del milenio, según la encuesta por los editores.
¿Es bueno el libro?: Hay cierto tipo de poema que no disfruto, tales los usados para hablar de un sitio, o cuando se usan para una narración (como el caso de los “romances”, de los cuales hay varios ejemplos aquí. Prefiero la construcción de las palabras para visibilizar emociones y sentimientos.
Otros poemas están en catalán original, con su debida traducción al castellano. Entiendo que los poemas (en general), al estar tan atado a la belleza y sonidos de las palabras seleccionadas, no sobreviven la metamorfosis de la traducción a otro idioma.
Pero hay mucho que disfrute, y poetas de respeto: Rubén Darío, Antonio Machado, San Juan de la Cruz, Alejandra Pizarnik, Gustavo Adolfo Bécquer, Jorge Luis Borges, Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez, Pablo Neruda y otros.
Algunos versos, que dejaré sin título de origen o autor. Solo interesamos las palabras.
“Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.”
“Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.”
“Tú justificas mi existencia;
Si no te conozco, no he vivido;
Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.»
“Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.»
“Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido…, desengáñate,
así… ¡no te querrán!”
Alexis Sebastián Méndez ©
26 de mayo de 2025
