De cómo rompieron «La Chilindrina» y «El Chavo»

Libro: #50/48 (2025)

Título: Había una vez una niña en una vecindad

Autor: María Antonieta de las Nieves

Publicación: 2015

En resumen: Autobiografía de la intérprete de “La Chilindrina”.

«El Chavo» y «La Chilindrina», en tiempos felices previos a la era del poder de Florinda Meza sobre Roberto Gómez Bolaños

¿Por qué leí este libro?: En preparación a la serie “Sin querer queriendo”, quise leer todo lo publicado por el elenco. Ya había leído la autobiografía por Chespirito, y seguí con la historia de María Antonieta de las Nieves (o “Toni”, que es su apodo y que usaré por economía en el teclado).

El contenido: El libro nos presenta la vida artística de “Toni”, que comenzó muy temprano con el doblaje de series norteamericanas para el mercado latinoamericano. La voz de la “Chilindrina” es también la voz de “Batichica” en la serie de “Batman”, es el hijo de los “Los Munsters”, “Merlina” en “Los locos Addams” y muchos más.

La actriz nos comparte detalles de su familia, su vida romántica, su matrimonio y, por supuesto, su carrera como parte del grupo de actores de los programas de Chespirito, cerrando con el desacuerdo legal que los distanció. También comparte sus proyectos posteriores, como en telenovelas, participante en “Mira quién baila” y voz de “Vanellope” en la cinta “Wreck-It Ralph”.

Portada

¿Es bueno el libro?: “Toni” escribe de manera muy cándida, como si conservará contigo mientras te cuenta tu vida. El estilo nos hace sentir contacto directo con la intérprete de “La Chilindrina”, sin el filtro de un editor entrometido o un escritor intermediario reacomodando palabras.

Aunque es agradable ese acercamiento, también nos arrastra a historias de su vida que no interesan mucho a los lectores. Por ejemplo, María Antonieta de las Nieves puede dedicar varias páginas a describir la búsqueda y compra de vivienda, algo que ocurre en más de un par de ocasiones.

También parece obviar que el interés mayor de quienes compran el libro es conocer sobre su participación en las comedias de “Chespirito”. Pero no nos describe cómo lo conoce. De pronto nos dice que participa del programa “Los genios de la mesa cuadrada”, sin indicarnos cómo llegó allí.

Aun así, hay mucho material valioso, y aquí ella explica creo que de manera muy honesta– su lucha legal por los derechos de “La Chilindrina” (los cuales obtuvo después de una larga batalla legal).

En resumen (y aquí lo vamos a empatar con la serie): Chespirito era un hombre muy generoso con su elenco, pero todo cambió cuando Florinda Meza se convirtió en su pareja. “Toni” había usado a “La Chilindrina” en diversos proyectos (principalmente para promocionar circos, algo a lo cual se le dedica también bastante espacio, pero al menos es entretenido y relevante a su carrera y personaje), pero de pronto Chespirito empezó a negarle el uso.

Un día, “Toni” decide registrar el nombre alterno de “La Chilis”, como llaman algunos niños en México a “La Chilindrina”. Ahí descubre que había expirado el derecho de todos los personajes de Chespirito, y que no se habían vuelto a registrar. María Antonieta registró “La Chilindrina”.

Desde el punto de vista de Chespirito y de Televisa, “Toni” se aprovechó de un descuido para apoderarse legalmente del personaje. Aunque ella ya interpretaba una niña desde antes, y muchos de sus elementos visuales (como la ropa) fueron de su creación, el nombre “La Chilindrina” y mucho de su personalidad se le debe a “Chespirito” (más adelante reseñaré el libro de Rubén Aguirre; el intérprete de Profesor Jirafales” entiende que el creador de los personajes es Chespirito; que cuando un actor le añade aspectos al personaje que interpreta, solo está cumpliendo su responsabilidad de actor).

Pero “Toni” explica su punto de manera muy convincente, cuando dice que ambos forman el “padre y la madre” de “La Chilindrina” y que, ante las influencias sobre Chespirito, era mejor que ella se quedara con “la custodia” del personaje, y que ella se lo prestaba libremente. Inclusive, “Toni” autorizó para que el hijo de Gómez Bolaños usara “La Chilindrina” en la versión animada, pero prefirieron eliminarla.

Como quiera, a pesar de la pesada experiencia, María Antonieta de las Nieves no pierde oportunidad para señalar que Roberto Gómez Bolaños era un genio, un buen hombre, y que siempre le estará agradecida por las oportunidades brindadas.

No hay debate en esto: El personaje le queda genial

Alexis Sebastián Méndez ©

30 de agosto de 2025

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