«Carry-On», y la bienvenida al cine casi realista

CINE / crítica

ALEXIS Sebastián Méndez

Carry-On

Protagonistas: Taron Egerton, Jason Bateman

Director: Jaume Collet-Serra

Año: 2024

De qué trata: Un empleado de TSA (seguridad en los aeropuertos) recibe una amenaza: Debe dejar pasar una maleta de mano (“carry-on”) por sus monitores, la cual contiene un arma mortal. Si no obedece, matarán a su novia embarazada.

Opinión: Durante las primeras décadas de mi vida, si querías ver un paquete en el cine de acción, te referías a la última oferta de “James Bond”. Durante las pasadas dos décadas, “James Bond” se ha vuelto realista, mientras que el cine ha abandonado toda pretensión de credibilidad. El cine de intriga y crimen tan realista de los 70 y 80, se ha convertido en burlas insostenibles contra las leyes de la física, y en una invulnerabilidad estúpida de los protagonistas, que pueden estrellarse por un risco y seguir ilesos. Se han convertido casi en muñequitos animados (pudiera culpar la influencia del cine oriental, pero no quiero entrar en estos debates).

“Carry-On” me recordó el cine que confiaba en la inteligencia del público, en el atractivo de su premisa, la credibilidad de sus personajes, la efectividad de los diálogos, y las reglas del suspenso popularizadas por Alfred Hitchcock. “Carry-On” es una apreciada bienvenida a esa tradición de cine.

Bueno, no es justo que suene como si el filme fuera especial por esto, ya que hay elementos que se han usado en cintas de las pasadas dos décadas como “Phone Booth”, “Red Eye” y “Non Stop”. Lo que no deja de ser cierto, es que la película funciona muy bien en su género.

La efectividad se la debemos al dúo que carga el filme. Desde “Kingsman”, confiaba que Taron Egerton gozaría una gran carrera de actor, y sus interpretaciones en “Rocketman” y “Tetris” (ambas deben ser vistas) confirman su talento (aunque, a pesar de mis halagos, nunca me he aprendido su nombre). Durante casi la mitad de la cinta, la película depende de sus reacciones faciales a las instrucciones y amenazas que recibe por un audífono. El villano es Jason Bateman, quien se aleja de su usual personaje de ciudadano común para presentar a un hombre frío que no encuentra maldad en sus actos, sino errores de juicio en quienes le desobedecen.

El desarrollo del argumento brinda espacio para algunas escenas de acción, de las cuales quiero destacar una. Una mujer policía pelea contra un criminal dentro de un vehículo por la carretera. Por lo general, vemos estas escenas cortadas con lo que ocurre en el exterior (chocando otros vehículos), pero el filme mantiene toda la perspectiva desde el interior del carro. Cierto, se nota el montaje en computadora, pero visualmente es estimulante, después de gastar tanto este tipo de escena en el cine.

Sería irrazonable si no señalo que el filme podrá tener cierto grado de credibilidad, pero no deja de sufrir las “flexibilidades” de Hollywood para que la trama pueda progresar. Por ejemplo, creo que es un error del filme que la acción ocurra durante Nochebuena, indicando que es una noche de mucho movimiento de pasajeros. Aunque entiendo las intenciones dramáticas, resta credibilidad cuando se forman peleas en los baños (y nadie entra por un letrerito de “cuidado: piso mojado”), o no hay tráfico en el estacionamiento multipisos. No quiero dar detalles, pero la decisión que toma la mujer policía cerca de la conclusión, es pura chapucería de Hollywood para permitirle al héroe un enfrentamiento final.

Como sea, en esta era de cine con superpoderes, mujeres livianas que pelean con fuerza de luchadores, y cualquier cosa que haga Vin Diesel, es refrescante disfrutar este tipo de película.

Alexis Sebastián Méndez ©

22 de diciembre de 2024

El filme se encuentra exclusivamente en Netflix
Casi no puedo caminar por un aeropuerto, y este puede correr sin problemas, caramba…
Ahora reconocen a Jason Bateman…
Me gustó esta escena. Ya lo expliqué arriba.

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